|
| The year (le cambié el nombre) | |
|
+4BabyBoo Gema_Tokiotelera DoñaNadie Lucía 8 participantes | |
Autor | Mensaje |
---|
Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: The year (le cambié el nombre) Miér Jun 25, 2008 12:20 pm | |
| Hallo! Como la mayoría de vosotras (lo mas seguro es que todas) siempre e soñado en conocer a Tokio Hotel, me he imaginado miles de escenas con ellos y miles de situaciones, y a la vez de ser feliz porque existen, tb me hacen entristecer por saber q nunca les voi a conocer, pero weno... Siempre había pensado en escirbir una historia con ellos, pero nunca sabía como empezar hasta que hace algunas semanas se me ocurrio, asi que aki es el primer sitio en el q publico mi istoria, me daba "miedo" por si no les gustaba a la gente, pero weno, todas las cirticas x muy malas q sean siempre seran constructivas y podre aprender de ellas. Asi que aki os dejo con el primer capitulo de la hitoria, como es logico, espero que os guste. Danke und küsses!**1**- “Diiiing-dooong…” Oigo que suena el timbre de la puerta. Mi amiga Ana y yo salimos de mi habitación y nos asomamos por la baranda de las escaleras. Ana era rubia y tenía el pelo largo, y unos ojos azules que impresionaban nada más ver su reflejo. Me encantaban sus ojos. Era simpática, y mi mejor amiga. Lamentablemente para muchos chicos, ella tenía novio, también muy guapo y pretendido por otras tantas chicas, en mi opinión, formaban la pareja perfecta. Bueno, sigo que me enrollo. Había llamado una mujer y mi madre le había abierto. Mi madre era pelirroja, alta y muy muy muy culta e inteligente. Y cada vez que le preguntabas algo, te lo explicaba, lo sabía todo (no sé cómo). La mujer que había llamado tenía el pelo castaño y corto, y vestía de lo más normal: pantalones largos marrones con una camisa de mangas cortas color verde agua… ¿Quién era? Yo no tenía ni idea, no la conocía, ¿qué hacía en mi casa? Miré a Ana, pero ella ya me estaba mirando hacía rato. - ¿Y si es una psicópata que viene para controlarte y cuando estés dormida por la noche entra en tu habitación habiendo preparado antes una escalera y sin que tú te enteres te coge y te lleva a su casa para hacer experimentos contigo? – dijo. ¡¡Dioooos mío!! Al oír eso se me quedó la cara descompuesta. Lo dijo con tal rapidez que apenas respiró, hasta yo me había quedado conteniendo la respiración de la tensión que me había provocado; lo malo de eso, es que se me olvidó volver a respirar. Así que cuando Ana vio que yo estaba medio blanca medio morada, me dio un golpe en la espalda. Joder, todavía tengo la marca de su maravillosa mano en mi querida espaldita. Las dos volvimos a mi habitación y nos metimos en un chat (claro, las ganas de conocer gente). Cuando ya estábamos hablando con diecisiete personas, me dio la ‘picá’ de hablar con otro más, se llamaba… bueno, mejor dicho, su nikname era: “robson”. Estuvimos hablando con él hasta que Ana se tuvo que ir, entonces salí a despedirla y cuando volví, vi que “robson” me estaba hablando, y me estaba pidiendo una foto de las dos porque le habíamos caído bien (¬¬). Pero le dije que no porque me iba. Nunca le enviaría una foto a alguien que no conozco. Y hay que mencionar que él tenía muchísimas faltas de ortografía. Mientras cenábamos me di cuenta de que con todo el tiempo que habíamos estado hablando no sabía nada de él, solo que se acababa de mudar, pero no sabía ni a donde, ni como se llamaba ni nada, pero bueno, no creo que fuera a volver a hablar con él. Después de estar casi toda la cena absorta en mis pensamientos, volví en mí y recordé a la mujer que había venido esta tarde a casa, así que le pregunté a mi madre: - Oye mamá, la mujer esa que vino esta tarde, ¿quién era? - ¿Quién era quien? – dice. - Mamá, por dios, la mujer que llamó a la puerta, pelo corto, camisa verde… - ¡Ah! Sí, la vecina. - ¿Vecina? ¿esa? No… - ¿Cómo podía ser nuestra vecina? A no ser que yo tuviera alzheimer o algo parecido y se me hubiera olvidado, pero estaba casi segura de que no tenía alzheimer, así que no podía ser. - Qué va a ser nuestra vecina, yo no la conozco. - Es que se ha mudado recientemente. - ¡Ahhh! ¡Vale, venga! Así sí. ¡Jajaja! – Realmente no sé porqué me reí. Así que teníamos vecina nueva… que chuli, a lo mejor era simpática y me daba caramelos, o mejor, algún helado… Ui, ¡que rico! De chocolate… no hay nada que me guste más en este mundo que los helados de chocolate, con cucurucho de chocolate, pepitas de chocolate y trufas de chocolate. ¡Dios! ¡Qué rico está! Y mi padre todo el rato callado viendo la tele mientras comíamos. Él era un hombre fuerte y con barba, su pelo era moreno, pero las canas ya se le empezaban a ver. Era también un hombre inteligente y lo que más le gustaba eran las matemáticas. Cuando terminamos de cenar me intenté escaquear, pero al final me tocó recoger la mesa (siempre yo, ¿por qué?), y cuando va llegando el momento de recoger las migas de pan del mantel, más busco en mi cabeza una excusa para no hacerlo, pero nada, alfinal tengo que hacerlo. Mientras me duchaba después de cenar, que es lo que más odio después de sacudir las migas de pan del mantel (no me preguntéis porqué), suena mi móvil. - Vaya momentito – Pensé. Pero menos mal que mi móvil siempre va conmigo, vaya a donde vaya, así que como es lógico, pues también estaba en el cuarto de baño. Cierro el grifo corriendo, me seco una mano y cojo el móvil. - ¿Si? - ¡Ei! ¿Qué tal? – Era mi amiga María. Ella era muy alta, era la más alta de todas nosotras y era muy delgada. Su pelo era largo, negro y rizado, a mí me gustaba mucho. Creo que lo que más le gustaba era comer, pero por más que comiese no engordaba nada, y además era guapísima, aunque ella siempre lo negaba. - Coño, que me estaba duchando. – le dije. - Perdona guapa, yo que sé, ¿mañana hay que llevar sociales? – Me dice. Me mata, esta chica me mata. - Noooo… ¿Solo era para eso? - No, pero como te estás duchando, mañana te lo cuento, es de Robert. Chao. - No, espe… Piiii, piiii, piiii. - …ra. ¡Me había colgado! Como ya se supone, Robert era el chico que a mí me gustaba, y este año había tenido la suerte de estar en la misma clase que él. Bueno, en realidad se llamaba Roberto, pero le decíamos Robert. ¿Qué me querría contar de él? Cuando terminé de ducharme pensé en llamar a María, pero mi madre me dijo que me acostara ya, que eran las doce menos cuarto de la noche, así que eso hice… jope. Así que ahora estuve sin poder dormirme hasta la una de la madrugada, y pensando en eso me dormí.______________________________
Última edición por ['KarlatiSSa'] el Dom Jul 06, 2008 6:40 pm, editado 2 veces | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Jue Jun 26, 2008 11:28 pm | |
| Weeeeeno... en vista del exito que a tenido el pimer capitulo, voi a poner el siguiente aver si asi la gente se anima un pokillo mas... jajaja!!! Pero weno, esto es pa q lo lea kien kiera. Danke a las q os pasais x aki y lo leeis. ^^ KUSSES*2*Puffff… Hoy sí que me levanté tarde, no podía ni levantarme de la cama con el sueño que tenía. Así que como pude me vestí, hice la mochila, cogí el desayuno y me fui. Llegué tarde, pero tuve la suerte de que mi aula estaba cerrada con llave, y como se había perdido, estaban todos mis compañeros en la puerta y el maestro allí esperando. Mientras llegaba a mi aula, vi que un chico subía corriendo las escaleras, llevaba una gorra y tenía el pelo largo, muy largo. Bueno, hay chicos con el pelo largo en mi instituto, pero era la primera vez que veía a uno con el pelo así de largo, y una mochila negra muy chula. Como todas las demás clases ya habían empezado, supongo que llegaría tarde el chico ese. Me parecía que no lo había visto antes, estoy segura de que me acordaría de su pelo. Cuando llegué saludé a mis compañeros y María me llamó. - Ángeles, la próxima vez vienes antes – Me dice María. - Pero, ¿qué quieres? - ¿No te tenía que contar lo de Robert? ¡Anda! Es verdad, yo ya ni me acordaba, con el cansancio que tenía, como para pensar ahora en eso. – Haber, dime, ¿qué pasa? - No, si pasar no pasa nada, pero es que, yo tengo una prima que está en 2º de E.S.O., y me ha dicho que tiene una amiga en la clase de enfrente, que le dijo el primo de esa, que conoce a una chica con la que se junta en el parque, que esa chica vive cerca de Robert, y que se ha enterado que le gustas. No sé, pero yo me he perdido un poco… La verdad, que no sé como se puede enterar de eso viniendo desde tan lejos el rumor ese, pero bueno, allá María con sus paranoias. - Y tú vas y te lo crees, ¿no María? - Claro… - Claro, es lo normal. Y si le dicen que se lo ha contado un limón, también se lo cree. - Bueno, si tú lo dices. – Ya llegaba el conserje con la llave de repuesto para abrirnos la clase. A lo tonto a lo tonto perdimos media hora de clase, que bien, a lo mejor no daba tiempo de corregir los ejercicios y no tenía que salir a la pizarra. En el recreo María siguió intentando convencerme de que yo le gustaba a Robert (mentira total). Y mientras que me está hablando, miro hacia detrás, y veo al mismo chico que llegaba tarde sentado en un banco de la entrada, solo, tomándose un actimel, ¡hay que gracioso! No sé porqué me parecía gracioso, pero para mí lo era, y seguramente no sería la única que pensara eso si se lo dijera a mis amigas, pero prefería callármelo para mí, y no sé bien porqué. Si hay una cosa que nos caracteriza a mí y a mis amigas es que estamos “totalmente locas” y nos reímos por casi todo. Pero la más loca de todas, y hay que decirlo, era María. Cuando volvimos a las clases, una hora antes de la salida, empezamos a oír a un profesor gritando en el pasillo, y nosotros en pleno examen de matemáticas. Y de repente también se oye la voz de un alumno gritando… La maestra salió al pasillo para ver qué pasaba, y detrás de ella fueron todos los de mi clase. Escuchaba la voz de nuestra profesora hablando, y yo pensaba: - Caso omiso, caso omiso Ángeles, caso omiso, estás en un examen…- Pero cada vez me tentaba más la idea de ir a mirar a la puerta. Me estaba aguantando, pero cuando oí la voz de un segundo alumno, no pude más, me levanté rápidamente de mi sitio y me dirigí a la puerta, pero… lamentablemente… cuando yo llegaba… la profesora dijo que nos fuéramos para adentro, así que me pilló toda la marabunta de niños volviendo a sus asientos, y yo, por tonta, me quedé sin ver lo que pasaba. Y parecía que ya había pasado todo, porque no oí más voces, que pena joder. Robert, como siempre, terminó su examen de los últimos, porque era tan listo, que si en cada examen no utilizaba cinco folios, no utilizaba ninguno. Tenía el pelo largo, le llegaba por el cuello más o menos y era castaño. Su inteligencia era tan grande, que hasta corregía a los profesores. Un día leí una frase que me recuerda mucho a él: “Un experto es alguien que te explica algo sencillo de forma confusa, de tal manera que te hace pensar que la confusión es culpa tuya”. Y eso es exactamente lo que él hace, cuando te explica algo, lo hace de una forma tan rebuscada, que crees que no le entiendes por torpeza tuya. Si es que es genial, lo que diga es poco para describirle. Por fin llegó la hora de irse y mis amigas y yo nos quedamos fuera del instituto, como siempre, esperando a que saliera todo el mundo, nos gustaba irnos solas por el camino sin nadie y estar un rato allí hablando, así que aproveché para preguntar qué había pasado en el pasillo. - Nada importante -. Me contesta María. – Solo que parece ser que dos niños hicieron “no se qué” en la clase y dejaron caer la pizarra al suelo, según ellos “sin querer”. - Ah, o sea, que para ti, eso no era nada importante-. Le dije. - Hombre, no mucho. - Claro, si es normal, ayer tiramos la pizarra tres o cuatro veces… tsss… Es que María no tenía término medio, o le daba mucha importancia a las cosas que no las tenían, o no le daba ninguna a las que sí. Pasó por mi lado el chico que yo había visto subir las escaleras, mientras las demás seguían en la conversación, yo me ausenté y me quedé observándole mientras se distanciaba. Y vi que cogía el mismo camino que yo para volver. No es raro, pero la mayoría de alumnos de nuestro instituto viven por una zona en concreto, son pocos los que viven por otro sitio. Yo era la única de mis amigas que no vivía cerca, vivía en la otra punta del pueblo. Pero solo pude verle hasta que dobló la esquina, luego ya no vi si iba por el mismo camino que yo o no. Entonces les dije a mis amigas que si nos íbamos ya, y según ellas, me entró “la prisa de volver a casa”, si supieran que no era por eso… Por el camino seguimos hablando, yo intentaba acelerar el paso, pero como ellas no me seguían, tenía que ir a su ritmo (para una vez que tenía ganas de volver a casa). Cuando ya nos separamos, empecé a andar más deprisa, iba casi corriendo, pero parece ser que no lo iba a volver a ver por el camino, así que ralenticé el paso y seguí andando con los cascos puestos. Llegué a mi casa, y antes de entrar miré detenidamente la casa de la vecina nueva, hasta que me pareció ver sus ojos mirándome por una ventana y me metí en mi casa. - Helloooo!! -. Últimamente me había dado por decir algunas palabras en inglés. - Hola -. Escuché muy al fondo, era mi madre, pero sonó como si estuviera dentro de una urna de cristal. - ¡Hola! -. Se escuchó el vozarrón de mi padre. Cuando entro veo que mi madre está en la cocina (enfrente del pasillo de la entrada), y que mi padre está en el piso de arriba. Así que ahora cómo me explico yo porqué una se escucha tan cerca y la otra tan lejos. Subí a mi habitación, tiré la mochila y me conecté al messenger, como todavía quedaba media hora hasta la hora de comer, aproveché un rato. Alba estaba conectada, ese día no había ido al instituto porque estaba mala. Ella tenía el pelo castaño, rizado y largo. Sus ojos… sus ojos… espera… sus ojos eran… ¿marrones? ¡Sí! Marrones, que ya no me acordaba. También era muy graciosa, y lo que más me gustaba era el arte que tenía para contar las cosas. Le dije los deberes que había y le conté lo que había pasado en el pasillo. Estuvimos hablando hasta que tuve que irme a comer. ______________________ | |
| | | DoñaNadie Coqueteando con...
Mensajes : 576 Fecha de inscripción : 24/06/2008 Edad : 32
| | | | Gema_Tokiotelera Aprendiz a Fan
Mensajes : 39 Fecha de inscripción : 09/07/2008 Edad : 29 Localización : En el interior del monzón intentando salir y poder encontrar a mi amor verdadero
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Lun Jul 14, 2008 9:24 pm | |
| | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Lun Jul 14, 2008 10:13 pm | |
| Bueno, no pensaba seguir poniendo, pero como mis amigas están enganchadas, otras del msn también, y me han comentado dos, pues seguiré un capi más haber que tal va la cosa. Alomejor alguien se anima^^ Weno kusses y gracias las q se pasan (q deprimente T_T)
3_
Después de almorzar me volví a conectar al messenger y empecé a hablar con Alba de nuevo y con dos amigas que conocí por internet: tOkiita e Inmika (no, no me he equivocado, se escribe con dos “i” y la “O” mayúscula). Hacía tiempo que no hablaba con ellas, así que estuve un largo tiempo charlando con las dos. Vi que “robson” estaba conectado pero no le hablé, y a los pocos minutos el empezó a hablar conmigo. Yo le contestaba por ser amable, no por que quisiera hablar con él, al fin y al cabo no le conocía. Pero cambió mi forma de hablar con él, el que me dijera: - ¿Te cuento lo que me pasó hoy en clase Karlatissa? (Karlatissa era mi nikname, él me conocía por ese nombre). Claro, yo como cotilla que soy (no tanto, ¡eh!), pues ese comentario no tubo otro efecto en mí, que el de llamarme la atención, así que le contesté. - Haber, dime, cuéntamelo. - ¿Recuerdas que te conté que me acababa de mudar? - Si -. Contesté - ¿Qué pasa? - Pues que hoy ha sido nuestro primer día de instituto, y mi hermano y yo hemos dejado caer sin querer la pizarra del aula, no te imaginas la bronca del maestro. … Me… ¿Cómo?… No… Claro que no, ¿cómo iba a ser él? No… que tontería. Pero es que eso de la pizarra tampoco es que pase en todos los institutos, esas cosas solo pasan en el mío… - ¿A dónde te has mudado? ¿en qué instituto estás? ¿en qué clase? ¿y curso? -. Le dije yo. Es que no podía ser que él estuviera en el mismo pueblo que yo y en el mismo instituto. - Tranquila, tranquila. A Alcalá de Guadaira, en el Monroy, en el aula nº19 en 4º de E.S.O. B. ¿Por qué lo preguntas? Y tú, ¿dónde vives? - Me tengo que ir, adiós -. No podía decirle otra cosa, no quería que supiera que yo estaba en el mismo instituto que él, y además ¡en la clase de al lado! No podía ser… todavía no me lo creía. Uffff… que fuerte. ¿En qué calle viviría? Ahora nada más que pensaba en conocerle, o saber algo de él, saber donde vive. Pero si le preguntaba, él también me iba a preguntar a mí, así que lo dejé he intenté hacer los deberes, pero no me concentraba, no hacía nada, así que dejé los deberes a un lado y me puse a pensar… ¡Además estaba en la clase de al lado! ¿Quién sería? Seguro que lo había visto alguna vez, y más de una, pero como si no. Tenía que llamar a alguien, tenía que llamar a alguien. - Piiii… piiii… piiii… Vamos Ana coge el teléfono, joder, no puedes tardar más, me cag… - ¿Si? -. Dice Ana. - ¡Hola, guapa! ¿Recuerdas a “robson”? El del messenger, que hablamos con él, creo que fue ayer, y que te fuiste, que nos dijo que se había mudado hace poco… - ¿Qué? ¡Ah! ¡Sí! Ese, ¿qué pasa con ese? - Pues que está en la clase de al ladoooo… - ¿De al lado de quién? -. Me dice. - Coño de al lado nuestra… -. Me estaba poniendo nerviosa, y ella que no lo cogía. - ¿Siiii? - Si. - ¿Y eso? - Pos’ yo que sé, cosa del destino, mira que la pregunta, oye ¿te vienes a mi casa a darnos un chapuzón en la piscina? -. De acuerdo, eso no estaba planeado, pero pasaba de contarle todo el royo ese por teléfono, así que alfinal se vino a mi casa. Cuando llegó nos fuimos directas a la piscina, nada más salir al jardín tiramos las toallas al césped y nos lanzamos de cabeza. Mientras que nadábamos yo le conté lo que hablamos por el messenger, así que ella también llegó a la conclusión de que estaba en el mismo instituto que nosotras. Ana me retó a hacer cuatro largos, pero al primero ya estaba yo cansada, así que lo acabé dejando. Ella terminó de hacer los cuatro largos, pero es que estaba en natación, por lo tanto estaba acostumbrada, yo no. Seguro que sí la ganaría en un partido de tenis, ese era mi deporte, me encantaba. Y no es por presumir pero… YO era la MEJOR de todos con los que había jugado, y según mi maestro, la MEJOR de todos los alumnos que había tenido, si es que yo… Nos estábamos entreteniendo, pero yo quería llamar a alguien más y a Ana no le importaba, así que llamé a Alba y a María. Alba dijo que no podía venir porque todavía se encontraba un poco mal, así que al final la que vino fue María. Mientras la esperábamos nos sentamos en el césped. Estábamos oyendo un murmullo muy lejano, pero hasta que no nos quedamos calladas no lo oímos bien. Venía del jardín de al lado, pero de una cosa estaba segura, el que estaba hablando no hablaba en español. Una de dos, o era un loco al que le había dado por hablar… por hablar… por hablar raro, o simplemente era otro idioma. Ana me dijo que era otro idioma, pero yo intentaba convencerla de que era un extraterrestre. - Entonces, ¿por qué las personas no han visto que es un bicho raro? -. Me contesta. - Prefieren ser llamados “presbiterianos cuánticos”, sino te importa - Sí, es cierto, pero es que “los Simpsons” influyen mucho en nuestras vidas xD.- y no hables tan alto que te van a oír. - ¿Y tú que sabes cuántos son? -. Me dice. Tenía razón, no sé, por lógica, en las pelis nunca sale un marciano solo, siempre sale con más… ¿no? Me levanté despacio sin contestarle, empecé a andar agachada hacia la valla y me asomé. (Ana ya estaba empezando a preocuparse por mi estado mental). No sé qué me impactó más, si el gigantesco altavoz que tenían en medio del jardín, la montaña de libros… también en el jardín, los dos aviones teledirigidos encima de la montaña de libros, los botes de ketchup, los platos y los cubiertos de haber comido allí, o la pinta de los dos que estaban fuera. El chico que hablaba por teléfono (todavía no sabía si era un extraterrestre) vestía con la ropa de la mesa de camilla, lo de la gorra lo entendía porque hacía sol, ¿pero lo del gorro? y le salían innumerables tentáculos de la cabeza. ¡Lo sabía! ¡Era un extraterrestre! Pero bueno, que el otro tampoco se quedaba atrás, pelo… como decirlo… extravagante, y vestía… bueno de eso no me puedo quejar, porque vestía igual que yo, chaquetas de cuero, camisas negras, pantalones vaqueros, calaveras, cadenas… Estaba apoyado en la puerta de cristal que daba al jardín mirando como hablaba el “extraterrestre”. Volví a donde estaba Ana y le conté lo que vi, entonces fue cuando se preocupó de verdad por mí salud, así que cogió el móvil y simuló como si llamara al psiquiátrico… alfinal acabamos las dos mirando por la valla de mi jardín. El “extraterrestre” terminó de hablar por el móvil y parecía enfadado, entró en su casa y el “de mi calaña” (el que vestía como yo), entró detrás de él, pero antes de cerrar la puerta miró de reojo hacia donde estábamos nosotras, y cerró la puerta. Creo que él sabía que habíamos estado mirando, pero Ana no se dio cuenta porque había dejado de mirar nada más entrar el “extraterrestre”. Nos sentamos en las toallas, y a los cinco minutos llamaron a la puerta. Las dos nos miramos como diciendo “¡los del psiquiátrico!”, aunque sabíamos que Ana cogió el móvil de broma, fue lo primero que se nos pasó por la cabeza, pero a la milésima de segundo recordamos que venía María. Fuimos a abrirle la puerta y… estaba comiendo un bocadillo. ¿De qué? ¿de qué? Arrugo la nariz, huelo… ¡de choriiiizoooo…! Yo quería otro, jope. Nada más sentarnos le contamos lo que habíamos visto en el jardín de al lado, el desorden y los extraterrestres que habitaban allí. Yo le expuse a María mi teoría de que eran extraterrestres, pero ella dijo que según los que le habíamos contado seguramente era otro idioma, y le dije que hasta que no los escuchara hablar, que no podía afirmar que no fueran extraterrestres. Y, lamentablemente para mí, lo que ella dijera iba a ser la verdad, porque de todas nosotras ella era la experta en idiomas, sabía: inglés, francés, italiano, alemán, portugués, checo y ruso. Y encima estaba aprendiendo turco… ¬¬ ¿Se nota que le gustaban los idiomas? ¡Y solo con quince años! Más quisiera yo… El único idioma que yo sabía era inglés, el básico, el que sabe todo el mundo, aunque me subía la moral el pensar que también sabía un poco de alemán… je - je - je. En cambio, Ana y Alba no sabían ningún idioma, el inglés casi lo dominaban… casi. La tarde la pasamos genial, pero por mala suerte al siguiente día había instituto, así que se marcharon temprano. | |
| | | BabyBoo Manager
Mensajes : 353 Fecha de inscripción : 21/06/2008 Localización : Warszawa (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Lun Jul 14, 2008 11:21 pm | |
| | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Jue Jul 17, 2008 10:17 am | |
| Hallo. Weno yo sigo aki poniendo capitulos, aunke sea solo para dos personas pero weno, x lo menos alguien la lee, no? Y si alguien se anima, pues mejor xD PD: antes no le ponía los títulos, pero ahora se los voi a dejar
4_ ¡Conozco al “extraterrestre”!
Después de cenar mi madre me mandó a que sacara la basura, ¡eso sí me gustaba! No como recoger las migas de pan. Abro la puerta y me da el viento suave de la noche en la cara… - ¡Qué bien se está aquí! -. Pensé. Cuando iba llegando al cubo de basura, miro hacia un lado y veo que el “extraterrestre” llega dirección a su casa, y va a pasar por delante de la mía. ¿Qué? Tenía que darme prisa en sacar la basura, no quería cruzarme con él. Ese día tenía que ser, en el que la valla tuviera un alambre un poco salido de su sitio para que se rajara la bolsa de la basura. Escucho un ruido de latas, botellas… cayendo al suelo detrás mía justo delante del cubo, me vuelvo y… ¡¡¡NOOOOOOO!!! Tenía que pasarme precisamente hoy, en este preciso lugar y en este preciso momento. ¿Por qué la suerte no me acompaña? Seguro que el calvo de la lotería siempre tiene suerte. Seguro que el “extraterrestre” aprovechaba mi descuido para raptarme o algo por el estilo. - ¡Joder! ¡Me cag… en la basura y en su madre! -. Empecé a decir en la calle, intentando que no me saliera demasiado fuerte para que la gente no se enterara, pero parece ser que no lo dije demasiado bajo, porque una mujer que iba en chándal se quedó mirando mientras paseaba a su perro en la acera de enfrente. Veo que se paran unos pies a mi lado y que alguien me dice, con un acento muy gracioso: - Una señorita no debería decir esas palabras -. Más bien le salió algo como: “Una seniorit nein debeguía decir esas palabras”. Migué… ¡ups! Jeje… Miré para arriba y le vi la cara debajo de los kilómetros de sombra que le daba la gorra. Después de mirarle durante unos segundos pensé: - El “extraterrestre” es mono. Se agachó y me ayudó a meter la basura en el cubo y yo le dije: - No no no no no… No hace falta que me ayudes, ya lo hago yo. - Si no me importa – contestó -. Siempre he pensado que a las señoritas se les debe ayudar en todo. - Si de verdad que no hace falta, te lo agradezco -. No me contestó, así que volví a repetir – Gracias, pero… no hace falta. Cuando dije eso me miró e hizo un gesto como el de asentir con la cabeza, más bien algo parecido, porque no fue eso. Ladeó la cabeza y esbozó una leve sonrisa. Entonces me quedé quieta y seguí metiendo la basura en el cubo con su ayuda, los dos callados. Cuando terminamos se pone de pie y me dice: - ¡Adiós! -. Mientras se alejaba me quedé mirándole, no sé si asombrada… porque eso de ayudarte a recoger la basura no lo hace todo el mundo. Cuando estaba en el rellano de su puerta le grité: - ¡Eh! Se dio la vuelta y me contestó: - Me llamo Tom. - Tom – dije yo - ¡Te debo una! Entonces me guiñó un ojo y se metió en su casa. Me quedé al lado del cubo de basura un rato, asimilando lo que acababa de pasar y mirando hacia la puerta por la que había entrado él. Era blanca… la puerta era blanca… era bonita la puerta (bueno eso no viene al caso). Cuando volví en mí, entré corriendo en mi casa, mi madre me preguntó porqué había tardado tanto, pero solo le conté la parte en que se me cayó la basura y tuve que recogerla yo sola. Por lo menos estuve media hora lavándome las manos, ¡qué asco! ¡Qué he tocado la basura con las manos! No fui consciente de lo que había hecho hasta ese momento, y la verdad, es que no pensé nunca que alguna vez tuviera que hacerlo. ¡Puag! - Menos mal que el “extrate…” Que Tom me ayudó -. Dije mientras me lavaba las manos, pero en voz baja, por si mi padre o mi madre se enteraban, aunque era muy difícil que se enteraran desde el baño de arriba, pero bueno, mejor prevenir. Después me arreglé las uñas y me las pinté, de ese color negro intenso que tanto me gustaba. No pensaba en otra cosa, nada más que en Tom. ¿Pensaría él en mí? ¿Quién sería el otro? Me pregunto si Tom también se dio cuenta de que estábamos mirando por la valla mientras hablaba por teléfono. Quería conocerlo, hablar más con él. ¿Y si quedáramos un día? No creo que aceptara, sin conocerme… no creo. Hasta que se me secaron las uñas pasó un tiempo largo, en el cual estornudé dos o tres veces, sé que no era el tiempo todavía de meterse en una piscina, pero hoy había hecho mucho sol y calor, no creo que me resfriara… ¿no? Me aburrí tanto mientras esperaba a que se me secaran las uñas que decidí acostarme ya. Di las “good night” desde las escaleras porque no tenía ganas de bajar. Cuando me acosté recordé que había hecho los deberes después de que se fueran mis amigas pero que se me habían olvidado hacer los de literatura, daba igual, por una vez… ¿no? Justo cuando estaba apunto de dormirme, abro los ojos de repente y digo: - ¡Alemán! ¡Es alemán! Nein significa “no” en alemán… no es un extraterrestre… no es un extraterrestre… no es un extraterrestre…-. Mientras decía estas últimas palabras volví a cerrar los ojos y me dormí. | |
| | | BabyBoo Manager
Mensajes : 353 Fecha de inscripción : 21/06/2008 Localización : Warszawa (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Vie Jul 18, 2008 8:25 pm | |
| ¡Me cag… en la basura y en su madre!ahahahahahahahha como me he reído! me encanta en serio, siento no jhaber comentado antes, no me habia dado cuenta de que actualizaste ya xD siguela prontoo.. o tendré que recurrir a buscar lo que me enviaste... muahhahahhahahahaha ! grrrr sigue porfaaas!! | |
| | | ele_th Vecina de TH
Mensajes : 275 Fecha de inscripción : 02/07/2008 Edad : 30 Localización : sobrevolando por toda la ciudad (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Sáb Jul 19, 2008 12:56 pm | |
| esta super biiiieeen siguela prontoo xfiiissss que me encnataa | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Sáb Jul 19, 2008 3:14 pm | |
| Weno aki el capi 5... aver q tal... PD:BabyBoo no me amenaces con leer lo q t pase =( PD2: Gracias a las q la leeis...^_^
5_ Devolverle el favor.
Al día siguiente, para variar, tuvimos que esperar en la puerta del aula ha que nos abrieran porque la llave seguía perdida. Alba ya se encontraba mejor, así que cuando llegué me llamó para que le afirmara que lo que le habían contado Ana y María del día anterior era verdad, y eso hice. Pero no le conté a ninguna que había conocido al “extraterrestre”, mejor dicho, a Tom. - Debería dejar ya de llamarle “extraterrestre”-. Pensé. En el recreo Alba y yo nos pusimos a escuchar música apoyadas en la reja que hay separando el aparcamiento del patio, cuando de repente oigo: - ¡¡CUIDADOOO!! Miro y una pelota de tenis viene volando hacia nosotras dos, me aparto corriendo, se le cae el auricular a Alba de la oreja, entonces me mira, ve la pelota… “Ploc” Cuando la vuelvo a mirar tiene la pelota en los pies y un circulito muy bonito rojo en medio de la frente. - ¡Jajajaja…! -. No pude evitar reírme, entonces miro a María y empezamos a reírnos las dos más fuerte todavía. El ataque de risa que nos dio fue tan grande, que poco a poco nos íbamos agachando hasta que llegamos a ponernos de rodillas en el suelo. Todo el patio nos estaba mirando, y encima nuestra risa no era muy silenciosa que digamos. ¡Qué vergüenza! Entre que parábamos un poco, nos volvíamos a mirar y empezábamos a reírnos de nuevo, estuvimos veinte minutos riéndonos. Y cuando por fin se dio por finalizado el ataque de risa, Ana nos dice que los amigos de su novio nos habían grabado con el móvil, se me descompuso la cara de nuevo (no sé porqué, pero últimamente lo que me decía Ana hacía que se me descompusiera la cara), pero que ya habían borrado el vídeo (joder eso se dice antes). Me dirijo hacia Alba, y la pobre seguía con la frente roja, o más bien, con un círculo rojo en la frente. - Muy bonito, muy bonito. ¿No te da pena reírte de tu amiga de esa manera? -. Me dijo. Si, si, me daba una pena… de hecho estaba llorando por eso, no por la risa. – Claro que sí – le contesté – pero es que me ha hecho gracia. - Si, anda ven conmigo al servicio. -No quierooo… -.Dije con voz apenada. Un poco más y me tiro en el suelo suplicando de rodillas para no tener que ir al servicio. - ¿Cómo que no? Eso por reírte de mí -. En parte tenía razón, por eso la acompañé, y es que Alba tenía la manía de que sino iba nadie con ella al servicio, se aguantaba y no iba. Así que fui, me pregunto si no le daría vergüenza ir por el patio con el círculo rojo ese en la frente. Por el camino al servicio empecé a darle pellizquitos, y si no fuera poco el círculo rojo de la frente, ahora también tenía los brazos a parches rojos. Pero por lo menos no eran círculos, así variaba un poco. De lo que tardaba en el servicio me iban a salir canas, dios mío, ¿cómo se podía tardar tanto? Cuando salió se me iban a saltar las lágrimas de la emoción, creía que no la volvería a ver más. A la vuelta pasamos por un grupo de chicos y escuché una voz conocida, entonces miré y vi que era Tom. A medida que nos alejábamos hacia donde estaban las demás yo miraba hacia atrás y vi que estaba hablando con otro chico, pero solo lo pude ver de espalda. Pensé en acercarme a Tom y decirle algo, darle las gracias o decirle cualquier cosa. Les dije a mis amigas que me iba ya para la clase porque tenía que hablar con un maestro. Mientras me dirigía hacia él, me di cuenta de que me iban a ver mis amigas si me paraba a hablar, así que cuando llegué pasé por su lado pero sin pararme hasta que doblé la esquina. Me senté un momentito en el borde de los arriates que hay en la entrada pensando qué podía hacer para hablarle. Hasta que vi que Tom también dobló la esquina y se paró delante mía. - ¡Hola! – dice – No sabía que estudiabas aquí. - Ni yo. – Estaba nerviosa – Quiero decir que no sabía que tú estudiabas aquí -. Dios mío, ya la había cagado (para variar). Tom iba a hablar pero yo me adelanté: - Oye que… gracias por ayudarme ayer… que no tenías porqué haberlo hecho, daba igual. - ¿No te importaba ensuciarte? -.Odio cuando me contestan a algo con una pregunta, pero sin embargo, al decírmelo él no me había importado. - No… - Iba a decirle que no me importaba, pero si lo que yo quería era conocerle, no iba a empezar mintiendo – Bueno la verdad es que sí, cuando llegué a mi casa me estuve lavando las manos hasta que encogieron. Me parece que la había cagado otra vez. Pero me di cuenta de que no porque Tom sonrió. - Gracias… -. Le volví a decir, pero me salió la voz demasiado baja, se me había quebrado, así que tuve que carraspear un poco. Por culpa de eso, parecía que me daba vergüenza. Admito que antes estaba nerviosa, pero me estaba notando con fuerzas y más suelta. - No hace falta que me des las gracias -. Contestó. - ¿Cómo que no? Te debo un favor. - “D’acord” – ¿Francés? ¿No era alemán? – Pásate hoy por mi casa. - ¿Cómo? – Pero rápidamente me di cuenta de que puede que él también quisiera conocerme, así que acepté – Vale. ¿A las seis te viene bien? - ¡Perfect! – Me contesta. Joder, ¿¡Qué coño es este tío!? ¿francés, alemán, inglés…? No si a lo mejor era ruso, a este paso. Yo le tenía que preguntar: - Tú… ¿eres de aquí? De España me refiero. - Nein. Se cree que con eso me entero, menos mal que sé un poco de alemán. - ¿Eres alemán? – Le pregunto. - ¡Ja! -. Vale ahora me ha dicho sí en alemán. Pues menos mal que sé algo de alemán, sino me iba a enterar mañana. - ¿Cuántos idiomas sabes? - ¡Jajaja! – no sé porqué se reía – Sólo sé alemán y español… y quizás algo de inglés. Riiiiing… Suena el timbre, se acabó el recreo. Qué pena, se me habían pasado los tres últimos minutos del recreo que estuve con él volando. Subimos juntos por las escaleras hablando, pero cuando íbamos llegando a nuestras aulas, nos despedimos y entré en la mía. - Un recreo muy productivo, entre lo de Alba… -. Pensé. Ya no recordaba lo que le había pasado a Alba, la busqué con la mirada y la vi sentada en su sitio e instintivamente le miré la frente, pero se le había difuminado mucho el círculo rojo, casi no se le veía, estaba mucho mejor antes. Llegué a mi casa feliz, almorcé feliz, hice los deberes feliz… Sí, aunque ni yo misma me lo creo. Tenía que pensar la forma de devolverle el favor, ¿y si le hacía unas galletas? Hombre, comparado cómo me había ayudado él, no era mucho, pero era lo más que podía hacer, o por lo menos lo único hasta que se me ocurriera algo de la misma altura que lo que él hizo. Así que bajé corriendo para decírselo a mi madre, le puse la excusa de que quería llevarle unas galletas a la vecina nueva, para darle la bienvenida y eso. - Me parece un detalle muy bonito de tu parte -. Me dijo mi madre al contarle mi idea. Entonces fue a la cocina y sacó su cuaderno de recetas para que yo viera como se hacían las galletas. Mientras yo hacía lo que podía, mi madre me visitaba por la cocina de vez en cuando para ver cómo me iba. Pero al final, después de mucho esfuerzo, las galletas me salieron geniales. Eran las mejores galletas que había comido en mi vida, sabían hasta mejor que las que hacía mi madre, y eso que ella era cocinera profesional. Así que yo estaba contentísima de que me hubieran salido tan bien, cogí las galletas y… ¡Para!… para de leer. ¿De verdad te lo has creído? Las galletas me salieron fatal… no sé cual fue el problema, seguro que era por los ingredientes, así que las tuve que tirar. Que pena. Después de todo aquel trabajo que no me había servido para nada miré el reloj y ¡eran las cinco y cuarto! En tres cuartos de hora no me iba a dar tiempo a prepararme. Me duché corriendo, me vestí y salí por la puerta a las seis menos dos minutos, seguramente ya me estaba esperando. Mientras llegaba pensé: - “Que pena, ¿devolverle el favor? Ya lo haría otro día.” | |
| | | inicoraseth Bateria
Mensajes : 84 Fecha de inscripción : 18/07/2008 Edad : 34 Localización : arcos de la frontera cadiz
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Sáb Jul 19, 2008 5:04 pm | |
| amore mioooo esta muuu xulo a ver si lo sigues y salgo yo y pa mi Bill jejeje weno k espero ke lo sigas xao amore t kiero mill | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Sáb Jul 19, 2008 5:07 pm | |
| inicorase, lo leiste? lo leiste entero?? asias^^ | |
| | | ele_th Vecina de TH
Mensajes : 275 Fecha de inscripción : 02/07/2008 Edad : 30 Localización : sobrevolando por toda la ciudad (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Sáb Jul 19, 2008 5:13 pm | |
| wiii esta super biiieeeen | |
| | | BabyBoo Manager
Mensajes : 353 Fecha de inscripción : 21/06/2008 Localización : Warszawa (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Sáb Jul 19, 2008 11:42 pm | |
| | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Dom Jul 20, 2008 12:27 am | |
| muxas gracias babyboo! yo tb me rio sola muxas veces con cosa de mi istoria, y eso que ya se lo que dice y todo, pero weno... xD | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Dom Jul 20, 2008 11:56 pm | |
| Weno, pues como las pocas qe leen mi fic ya lo an exo, pa que demorarse mas? aki os la dejo...sinceramente con la esperanza de que la lea alguien mas xD kusses y gracias por tomaros 5min de vuestro tiempo y leerla.
6_ ¿Flechazo?
Justo cuando iba a llamar al timbre, se abre la puerta y detrás estaba Tom. - ¡Hola! – Me dice muy animado. - Hola, parece como si me hubieras estado esperando detrás de la puerta. - Te vi llegar por la ventana -. Hizo un ademán con la mano para que entrara. Yo estaba muy nerviosa, hasta ese momento no me había dado cuenta de la situación. ¿Qué pensarían los padres? Estaba entrando como con un poco de “miedo” e intentando que no se me notara las ganas que tenía de verlo todo. Creo que él se dio cuenta de que estaba un poco “intranquila”, por llamarlo de alguna forma y me dijo: - No te preocupes, mis padres no están en casa. Vale, ahora no sabía que era peor, que estuviera solo o no. Me dijo que me sentara señalando hacia el sofá. Era muy grande y de color rojo oscuro. El salón era muy amplio y estaba decorado con colores claros pero a la vez daba la sensación de calidez. Me gustaba la casa, o por lo menos lo que había visto de ella. (En ese momento no recordaba que había visto el jardín). Dijo que esperara ahí sentada, que él enseguida bajaba, y vi cómo se perdía escaleras arriba. Mientras tanto yo miraba alrededor mía examinando todo lo que se encontraba al alcance de mi vista. Estaba todo muy ordenado (supongo que como en todas las casas). Me gustó mucho una lámpara que tenía en lo alto de una mesita al lado del sofá. Era como un tulipán de color crema por abajo y un poco más naranjita hacia arriba, y al pie de la lámpara había un libro con un separador de plata, muy bonito, por lo menos lo poco que podía ver. No tuve demasiado tiempo para observar porque enseguida oí unos pasos que corrían y empezaban a bajar por las escaleras, pensé que sería Tom, pero acto seguido oigo otros pasos, y otros… No sabía que hacer, ¿no decía que estaba solo? De repente me levanté del sofá y me puse rígida mirando hacia las escaleras, mi cara parecía que esperaba ver a la parca aparecer lista para llevarme. Veo que salen por la escalera “el de mi calaña”, otro con el pelo corto y otro con el pelo largo… En ese momento lo único que pensé fue: “tierra trágame”. No los conocía de nada, y encima uno de ellos pensaba que le espiaba. Los tres se quedaron mirándome y no tuve más remedio que decir: - Hola -. Me salió un “hola” tan bajo, que no sé si lo habrían llegado a oír, pero todos me contestaron. Entonces oigo que empieza a bajar otro más, yo rezando por que no fuera otro desconocido, pero para mi alivio, era Tom, y nos dijo: - Vaya, ya veo que habéis conocido a mi amiga. Todos le miraron con caras sonrientes, como si no creyesen que éramos solo amigos, y parece que él se dio cuenta de las miradas de sus amigos, así que saltó de inmediato para negar lo que nadie había dicho: - ¡Que solo somos amigos! - ¡Ya! -. Dice “el de mi calaña”. - Bueno, entonces… ¿os conocéis o no? Por fin me atreví a hablar: - Realmente sólo nos hemos saludado -. Creo que hubiera sido mejor no hablar, porque aunque no les estuviera mirando, solo a Tom que estaba quieto a mitad de las escaleras, noté como tres miradas se clavaron en mí, yo me sentía muy incómoda con la situación. - ¡Dios qué tensión! – Pensé. Entonces Tom se acercó a nosotros y nos empezó a presentar. Yo no había reparado en ninguno, apenas les había mirado, me daba muchísima vergüenza, hasta que nos presentó: - Ella se llama Ángeles – dijo Tom, paró un momento y se empezó a tocar con la lengua el pircing que tenía en el labio mirando por quién empezaba antes – este es Georg -. Dijo señalando al de los pelos largos, era castaño y se veía que era fuerte, porque tenía unos músculos… Pero lo que más me gustó de él fueron sus ojos, no eran ni marrones, ni de un color claro, era como una mezcla entre marrón y color verde agua. No sabía que hacer, si darle la mano, dos besos… Así que Georg fue el que se acercó y me dio dos besos, me gustó… - Él se llama Gustav -. Me dijo señalando hacia el de en medio, tenía el pelo corto y rubio oscuro, también tenía músculos, pero el otro me seguía pareciendo mejor. Nos dimos dos besos y Tom terminó de añadir: - Y este que ves aquí es mi hermano Bill – señalando “al de mi calaña” – y no puede vivir sin mí -. Terminó de decir Tom. Entonces Bill se rió, le dio un golpe en la espalda a Tom y se acercó para darme dos besos. Era el mismo que el que estuvo apoyado en la puerta de su jardín mirando a Tom mientras hablaba y que se dio cuenta de que le observábamos. Estaba peinado con el pelo hacia arriba, como un “erizo”. Su pelo era negro y tenía mechas blancas, y era muuuy delgado, y alto, creo que el más alto de los cuatro. Después le seguiría su hermano, luego Georg, y el más bajo con diferencia Gustav. Tenía un pircing en la ceja y… ¡¡¡Ostia!!! ¡Qué tenía los ojos pintados! Hasta que no me acerqué para darle dos besos no me di cuenta. Me gustaba su nombre, Bill… pero seguía pensando que me gustaba más el otro, entonces dije: - ¿Hermanos dices? – Por más que les miraba no encontraba el parecido. - ¡Gemelos! -. Me dice Tom sonriendo. Supongo que si uno se quitaba el maquillaje, se ponía los pelos para abajo, y el otro se quitaba las rastas y la gorra y se ponía ropa menos ancha, se parecerían. Después de las presentaciones ellos dijeron que se iban a quedar con el salón porque iban a ver una película y a jugar una partida a las cartas después, y nos propusieron quedarnos a Tom y a mí con ellos. Tom me miró como para ver si yo aceptaba, me daba mucha vergüenza, pero más me iba a dar decir que no y que me tomaran por aburrida o algo parecido, así que le sonreí y le dije que no me importaba. Entonces Bill y Gustav se fueron a la cocina. - Haremos palomitas -. Dijo Bill. Tom, Georg y yo nos quedamos en el salón y nos sentamos los tres en el sofá. Al principio sólo hablábamos Tom y yo, pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas pensando en algo para hablar con Georg, hasta que se me ocurrió algo. - Georg, ¿tú también eres de Alemania? -. Vaya pregunta más tonta, porque Tom fuera de Alemania no significaba que todos lo fueran, pero para mi sorpresa contestó: - Sí, ¿cómo lo sabías? - Los cuatro somos de Alemania -. Intervino Tom. - No lo sabía, lo suponía, no sé, como Tom lo es, pues lo imaginé – le contesté - ¿cuánto lleváis aquí? - Pues una semana más o menos -. Dijo Georg. - ¿Y en una semana habéis aprendido español? -. Le dije impresionada, ¡eso era imposible! - Claro que no – me contestó Tom – en Alemania ya empezamos a aprender español, cuando llegamos aquí ya sabíamos, claro que todavía tenemos que perfeccionarlo mucho. - Ya… - dije – ¿Los cuatro habéis venido juntos? Y Georg me contestó: - Sí, por su puesto, los cuatro con nuestros padres. Y Tom dijo: - Menos los padres de Georg, a él en realidad lo han enviado aquí para que se alejara de ellos, les daba miedo -. Entonces Tom empezó a reír. Miré a Georg y me dijo: - No le eches cuenta, los primeros que nacen de gemelos siempre tienen trastornos mentales. De repente me salió una sonrisita tonta (es que me hizo gracia su comentario). Y mientras Tom seguía riéndose (solo, por cierto), le dije a Georg: - Tú estás en el mismo instituto que Tom, ¿no? - Sí, y tú también, ¿verdad? -. Me contestó. Al decir esto él sonrió y yo creo que me estaba poniendo roja y no sabía porqué… ¿o sí? De repente sentía la necesidad de alejarme de él (y no me preguntéis porqué, porque ni yo misma lo sé), así que me levanté y les dije que me iba a la cocina a echarles una mano por si la necesitaban, aunque la verdad, que hacer las palomitas tampoco tenía mucho trabajo. Mientras que iba hacia la cocina, oía como Tom seguía riéndose, pero una vez allí dejé de escucharlo. En la cocina sólo estaba Bill hablando por teléfono, pero en cuanto me vio, dijo algo en alemán y colgó. Le dije hola y me contestó. - ¿Qué tal lo lleváis? ¿y Gustav? -. Pregunté. - Bien, Gustav está en el baño. - ¿Necesitas que te ayude a algo? - No, no hace falta, gracias -. Lo notaba… serio, pero volví a preguntarle: - ¿Llevo los vasos? -. Cogiendo la bandeja donde estaban, pero él me puso la mano en mi muñeca y me dijo: - He dicho que-no-hace-falta-gracias -. Y me apartó la mano de la bandeja. - Perdone el señorito, no quería meterme en sus asuntos -. Le dije subiendo un poco el tono de voz, me arrepentí después de decirlo, pero ya estaba hecho. Además, encima que lo único que quería era ser amable, me habló de ese modo. - Pues no parecía lo mismo ayer a través de la vaya -. Me dijo él también subiendo el tono de voz. Iba a contestarle, pero no sabía el qué, nos quedamos los dos mirándonos en silencio, y entonces le dije: - ¡No os estaba espiando! -. Hablé en singular porque no quería meter a mi amiga también en esto. En ese momento llegó Gustav y al verme dijo muy simpático: - ¿¡Qué tal!? Muy bien gracias – le contesté mirando hacia él y sonriendo, pero volví a mirar a Bill y a ponerme seria y añadí – pero me temo que me tengo que ir, encantada Gustav. Me volví y fui hacia el salón. - Tom, lo siento pero me tengo que ir, te veré mañana, adiós Georg -. Y salí por la puerta. Los cuatro se quedaron dentro de la casa por un segundo quietos, como asimilando o intentando descubrir porqué me había marchado. Tom y Georg mirándose, y lo mismo en la cocina Bill y Gustav. Entonces Tom se levantó y fue hacia la cocina con Georg detrás y preguntó: - ¿Qué coño habéis hecho? Gustav dio un paso hacia atrás, dijo que a él no le mirara y señaló hacia Bill que estaba llenando los vasos de zumo. Uno ya lo había guardado. - Bill, joder, ¿qué le has dicho? - ¿Por qué tenía yo que haberle dicho algo? -. Le contestó. - ¿¡Si no porqué se ha marchado entonces!? Bill no contestó a eso, y así siguió la discusión entre ellos dos un rato, pero luego ya se calmaron un poco las cosas cuando Bill se lo contó. Mientras tanto yo estaba en mi habitación sentada en el escritorio mirando por la ventana. En algún momento Georg y Gustav tendrían que salir de la casa para volver a las suyas, y entonces vería a Georg. Abrí la ventana por si les escuchaba cuando salieran. Quería hablar con alguien para contárselo y desahogarme, pero mis amigas no sabían que les conocía, así que me conecté, pero no había nadie en el messenger. Me quedé esperando delante del ordenador hasta altas horas de la tarde, cuando de repente, oí unas voces, me levanté corriendo sin darme tiempo a separarme del todo del escritorio, así que me di con el borde de la mesa en las piernas y casi me caigo, pero pude llegar hasta la ventana (Mi habitación tenía dos ventanas, por la que yo miraba era la que tenía el escritorio delante, pero me levanté para ver por la otra porque esa no tenía escritorio delante y estaba más cerca de su casa). Vi salir a Georg y a Gustav de la casa, y que Georg iba a pasar por delante de la mía pero Gustav iba hacia la dirección contraria. Se me ocurrió la excusa perfecta para hablar con Georg. Bajé corriendo y cuando salí, acababa de pasar por delante de la puerta de la verja, fui corriendo hasta la calle y le llamé: - ¡Georg! Se dio la vuelta y vi que sonrió (caramba, que feliz estaba siempre, o por lo menos cuando yo había hablado con él). - ¡Hola Ángeles! -. Me dijo, entonces yo también sonreí. Me acerqué a él, le pregunté qué había pasado después de que yo me fuera y me contó que Bill y Tom discutieron. Me sentía culpable, si yo no le hubiera insistido a Bill no se habrían enfadado, miré para abajo y suspiré. Creo que se dio cuenta de cómo me sentía y me dijo: - Tranquila, no son capaces de pasar mucho tiempo sin hablarse. Entonces le volví a mirar y volví a sonreír. Dios mío, parecía una mongola. - Eso espero, hasta mañana -. Le dije. Y fui hacia mi casa, en mitad del camino me llamó y me dijo: - ¿Qué tal… si quedamos otro día? Pero sin discusiones. Al oír eso fue… como si una “bomba de alegría” estallara dentro de mí. Creo que la sonrisa se me hacía más grande por momentos, y no conseguía dejar de sonreír. Temía que se me rajaran los labios de estirarlos tanto, nunca había echado tanto en falta la barra de cacao. Acepté encantada, me dijo adiós con la mano y entré en mi casa. Realmente no habíamos quedado ningún día ni a ninguna hora, pero estaba feliz. De todas formas, al día siguiente lo volvería a ver. Después de cenar me conecté en el messenger, había mucha gente conectada, entre ellas mis amigas. Busqué a tOkiita y a Inmika para contarles lo que me había pasado, pero ninguna estaba. Entonces vi a “robson”, recordé que él estaba en el mismo instituto que yo y no sabía ni quién era, pero no quería sacar esa conversación. Él era el único al que le podía contar lo que me había pasado, así que empecé a hablarle. Cuando me preguntó cómo estaba le dije que triste, me preguntó porqué y se lo expliqué. - Es que hoy me he peleado con uno que ni conozco. - ¿Por el messenger? -. Me preguntó. - No, que va. Cara a cara. Estuvimos hablando un rato y me dio ánimos. Me caía muy bien, igual era Bill que “robson”. También le conté que creía que me estaba enamorando pero no le dije el nombre, al fin y al cabo estaban en el mismo instituto, ¿y si se conocían? Él me contó que había discutido con la novia, entonces fue cuando me tocó a mí dar ánimos. Me dijo que se sentía mejor al haber hablado conmigo y yo le dije que también. Cuando me di cuenta, en el messenger sólo estábamos él y yo hablando, miré el reloj y vi que era la una de la madrugada, se me fue el tiempo volando, así que me tuve que despedir de él. Cuando me acosté me quedé pensando en “robson”, lo bien que me caía. - Después de todo, puede que no sea tan malo hablar con él, aunque no le conozca, siempre podríamos ser amigos por internet, a tOkiita e Inmika las conocí por internet y somos amigas… -. Esto fue lo último en lo que pensé. | |
| | | ele_th Vecina de TH
Mensajes : 275 Fecha de inscripción : 02/07/2008 Edad : 30 Localización : sobrevolando por toda la ciudad (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Lun Jul 21, 2008 3:34 pm | |
| jajaj me a encantado el capiii siguelaaaaaaaaaaa esta genial =) | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Lun Jul 21, 2008 4:11 pm | |
| woooo! enserio te gusta? asias^^ | |
| | | xXVelvet DreamsxX Vecina de TH
Mensajes : 297 Fecha de inscripción : 23/06/2008 Localización : Según la IP, estoy en Getafe O.O
| | | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Lun Jul 21, 2008 5:37 pm | |
| no creo que robson sea bill, pero no t puedo decir mas... xD asias x leerla^^ a todas! | |
| | | *Darkangel* Fan Principiante
Mensajes : 21 Fecha de inscripción : 17/07/2008
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Mar Jul 22, 2008 8:30 pm | |
| Esta kawaii!!xD
En verdad me gusta**
Síguela!^^* | |
| | | BabyBoo Manager
Mensajes : 353 Fecha de inscripción : 21/06/2008 Localización : Warszawa (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Miér Jul 23, 2008 3:21 am | |
| Jo, yo me imaginaba a Bill con el pelo de 2005 (no se porque pero siempre o casi siempre me lo imagino asi, en las fics digo xD) hhahahaque guay he salido otra vez en la fic xDDDD siguela cuando puedas.. no sabes las ganas de seguir leyendo que se me quedan cuando acabas el capi,,, T_T simplemente me en-can-ta como escribes EDITO; O - oo... he hecho algo .. malo.. he pecado xDDDD no en serrio, angy, me vas a MATAR pero no pude contenerme, era superior a mi!xD | |
| | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| | | | Lucía Amante
Mensajes : 664 Fecha de inscripción : 22/06/2008 Edad : 34
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Miér Jul 23, 2008 11:35 am | |
| Bueno, siento que sean tan largos los capítulos, pero sk... nose... me salen así... Aparte que lo mío es una historia larga, como si fuera un libro, o por lo menos lo intento xD Weno que gracias a las que os pasais ^^
7_ Se hacen amigos.
El siguiente día era… ¡Miércoles! Ufff… valla rollo. Teníamos geografía y no me gustaba para nada, y encima también teníamos educación física, eso para rematar el día. Mi asignatura preferida era informática. Se me daba fenomenal, era la mejor de mi clase. De hecho, yo ya sabía lo que quería estudiar: Ingeniera Informática. Me gustaba decirlo, esas palabras me daban una sensación de grandeza y poderío. Pero las carreras que mis amigas querían hacer tampoco se quedaban atrás. María quería estudiar médico forense; Alba, filología inglesa; y Ana, empresariales. Todas teníamos unos objetivos muy diferentes. Por la mañana yo tenía una cara, que ni para cuidar limones (es lo primero que se me ha ocurrido, es una forma mía de decir que tenía la cara espantosa). Creo que fue por las pocas horas que dormí, con unas ojeras que llegaban al suelo, pero a la hora del recreo ya estaba mucho mejor. - ¿A ver quién repite esto? – dice Alba – Cómo quieres que te quiera, si cuando yo quiero que me quieras como quiero, no me quieres como quiero que me quieras. Así que ahora todas estábamos intentado imitarla pero no nos salía. - Cómo quieres que te quiera si no… - dijo Ana. - Cómo quieres que no te quiera… - decía María mientras tanto. - Cómo quieres que te quiera si cuando yo no te quiero… - dije yo. Vamos que no nos salía. Estuvimos un rato intentando decir lo mismo, pero para nada. Esa fue la mayor paranoia del día. - ¿Esta es tu venganza por reírnos de ti? –. Le pregunté a Alba. - Claro que noooo… - dijo ella. No ni nada, lo hacía porque sabía que íbamos a estar todo el día comiéndonos la cabeza intentando decir eso. Mientras mis amigas y yo seguíamos intentando decirlo, alguien por detrás me llama, era una voz conocida, me vuelvo y… ¡era Tom! Madre mía, ahora ya sí se lo tendría que contar a mis amigas. Me cogió de una mano y me apartó de de ellas. - Hola, ¿qué quieres? ¿por qué me traes aquí? -. Le pregunté. - Verás, Bill ya me contó lo que pasó y he estado hablando con él, pero no entra en razón, seguro que se ha dado cuenta de que no debió hablarte así, pero es muy cabezota. - No pasa nada, no hacía falta que hablaras con él, por mi culpa os peleasteis. - Pues claro que debía hablar con él, además, no fue por tu culpa. Por cierto, hoy no está él en casa, ¿vienes? - Es que… ya he quedado con… Alba -. Ya sé que no era verdad, pero no me apetecía ir, aunque dijo que Bill no estaba, así que… - No importa, veníos las dos. No tuve más remedio que aceptar. Cuando se iba a ir, se vuelve y me dice: - Por cierto, hola de parte de Georg, y Gustav también. - Lo mismo les digo. Otra vez estaba yo con la sonrisita de mongola. Georg se había acordado de mí, que contenta estaba. Cuando Tom se iba, miré hacia donde estaban ellos y vi que Georg estaba mirando para nosotras, pero rápidamente aparté la mirada y volví con mis amigas, para mi sorpresa todas me estaban mirando. Empezaron a preguntarme quién era, de qué lo conocía, cómo se llamaba… Pero no les dije mucho, sólo que se llamaba Tom y que le conocía porque era mi vecino, pero nada más. Entonces ellas me miraron con sonrisas despiadadas (no sé porqué ahora le había dado por decir a todo el mundo que Tom y yo éramos algo más que amigos, o por lo menos insinuarlo). Así que hablé para desmentir algo que nadie había dicho. Después de un rato aclarando dudas me llevé a Alba a la valla que separa el aparcamiento del patio. Allí estuvimos hablando, y le dije que si hoy se venía a mi casa que tenía que enseñarle una cosa. Ella me dijo que sí porque la verdad que no tenía nada que hacer. Con el papel de orillo que envolvía su bocadillo, empezó a hacer una figura. En realidad no parecía nada, pero si le ponías imaginación parecía un niño durmiendo en una cama reliado en las sábanas, que ya hay que tener imaginación para ver esto. Entonces yo lo cogí para adornar la cama, le puse las esquinas redondas, y lo transformé en una lápida con el ramo de flores y todo. Que bonito, ¡si es que tengo arte! xD. A última hora teníamos clase de educación física, estábamos en el gimnasio y había unas colchonetas por el suelo. Alba empezó a abrirse de piernas y me dijo: - Venga Ángeles, haz tú esto. - Si, espérate que ahora voy -. Le contesté yo con gran tono de sarcasmo. - ¡Venga! ¡Seguro que te sale! – Me dijo ella muy animada. - Eso me saldrá cuando los pollos bailen sevillanas en lo alto de una terraza. Se creía que me iba a salir, puede que yo fuera buena tenista, pero de ahí a que pudiera abrirme de piernas hay un paso muy grande. Al decir esto, Robert pasaba por detrás de mí y se enteró de lo que yo le había contestado a Alba y me dice: - Venga ya, ¿no me digas que no puedes abrirte de piernas? Yo no me lo esperaba, así que di un pequeño saltito. Entonces le dije: - Yo no puedo… - ¿Por qué no lo intentas? -. Me preguntó. Sabía que me iba a arrepentir de esto, pero al final le dije que lo iba a intentar, haber si me salía. Empecé abriendo las piernas poco a poco, poco a poco… hasta que ya no pude más y me quedo como clavada en el sitio, quieta sin moverme con las piernas abiertas, parecía una estatua. Perdí el equilibrio y me caí de culo, me reí, pero en verdad estaba retorciéndome de dolor por dentro. Como dueleeee… En ese momento me juré a mí misma que nunca más intentaría abrirme de piernas, aunque me lo dijera el chico que me gustase. Sabía yo que me iba a arrepentir. La hora se pasó volando, porque poco a poco se me pasó el dolor. Todas juntas nos fuimos a la puerta esperando a que saliera todo el mundo. Mientras hablábamos, volví a ver al chico del pelo largo que cogía el mismo camino que yo para ir a su casa, me quedé observándole, como hipnotizada… era como si me abrumara con tanta belleza, solo lo había visto de espaldas, pero sólo eso me hacía como “flotar en las nubes” mientras le miraba. Me encantaba… Tenía un estilo y una elegancia únicos, nunca nadie me había hecho sentirme de esa forma. No quiero decir que lo quisiera, porque al fin y al cabo no le conocía, pero verle me hacía sentir mejor, como si no pasara nada malo en el mundo, como si tuviera a la perfección justo delante mía. No sé, es… una sensación difícil de explicar. ¿Quién sería? Vi que dobló la esquina, entonces dejé de mirar y seguí hablando con mis amigas. A los pocos minutos nos marchamos de la puerta, y cuando me separé de mis amigas Tom llegó detrás. - ¡Eh! ¡Ángeles! Me volví y le vi llegar. - Hola – le dije - ¿qué tal? - Bien gracias, ¿has visto a mi hermano? -.Me preguntó. - No, ¿no va contigo? - Si coincidimos sí, pero a última hora tenemos clases diferentes y no estamos juntos, entonces a lo mejor sale alguno antes que el otro. Me fui todo el camino con Tom, hablamos mucho, me caía muy bien, no como su hermano. Al llegar me quedé en la puerta de mi casa mirando a Tom y cuando vi que abrió la puerta, un perro saltó encima de él, pero lo cogió y se metió en la casa. ¡Tenían un perro! Pobre perro, teniendo que aguantar a Bill de dueño… Me pregunto qué habría estado hablando Bill por teléfono antes de que yo llegara a la cocina. Cuando llegué a mi casa me puse a hacer los deberes, porque Alba llegaría a las cuatro de la tarde, así que me debía dar prisa. Cuando terminé de comer eran las tres y media, todavía tenía tiempo para conectarme en el messenger. No había nadie… espera, sí, estaba “robson” conectado. Empecé a hablar con él, le conté que iba a ir a casa de un amigo, y no me dio tiempo de mucho más porque Alba llegó, subió a mi habitación cuando yo estaba a punto de salir por la puerta, pero como me pilló arriba, pues allí nos quedamos. Le conté que había quedado con Tom, el chico que me habló en el recreo. - ¡¡¡Pero Ángeleeees!!! - me dijo horrorizada - ¿tú estás bien? - Sí gracias -. Le contesté sonriendo y dando un pequeño saltito en mi silla. - ¿Pero cómo se te ocurre? ¡Qué vergüenza! Yo no voy, lo siento pero no puedo, Ángeles, allí me puedo morir, ¿y si resulta que me dan ganas de ir al servicio? No podía creer que me estuviera diciendo eso, ¿por ir al servicio no quería ir? - Te prometo que en su casa hay cuarto de baño. - Si yo eso lo supongo - ¿qué lo supone? – Pero ya me conoces, no me gusta ir sola. - Bueno pues haces el esfuerzo, el váter no muerde, de verdad, créeme -. Le dije apoyando mi mano en su hombro, como si comprendiera su “trauma”. - Que no, lo siento pero yo no voy, además si… - A lo mejor va algún amigo suyo. - … si me parece que no tendré ganas de ir al servicio, no pasa nada, yo voy, no te quiero dejar sola con tantos chicos. Sinceramente no sabía si iba a haber algún amigo suyo, pero con tal de que dijera que sí hasta me abría abierto de piernas (cosa que es totalmente imposible, pero siempre se puede hacer un esfuerzo). Nos pasamos las dos horas que quedaban hasta las seis hablando, le conté todo lo que había pasado. Bueno, todo todo… no, lo de la sonrisa de mongola que me salía cuando hablaba con Georg no se lo conté. Por fin llegaron las seis, cogí a Alba de la mano, corrí escaleras abajo y le dije a mi madre que nos íbamos a dar una vuelta, si le dijera otra vez que voy a darle la bienvenida a la vecina iba a ser muy poco creíble. Llamamos a la puerta y nos abre… Bill… Genial, lo que faltaba, le iba a decir hola, más que nada por educación pero él se fue para adentro sin dar tiempo a que le dijera nada y gritó: - ¡Tom, tus amigas! Alba me dijo al oído: - ¿Lo que lleva es una peluca? - Shhhh… calla coño, haber si te va a oír -. Le contesté. Tom bajó las escaleras y nosotras seguíamos en la entrada esperando, no podíamos entrar, nadie nos había invitado a hacerlo. Tom nos dijo que entráramos, y eso fue lo que hicimos. Yo le presenté a Alba y justo después, Tom llama a Georg y a Gustav. Al oír el nombre de Georg me salió de nuevo la sonrisa esa tonta. Los dos llegaron y me tocó a mí presentarles a Alba, parecía en un principio que se habían caído bien, claro que todo podía cambiar en el momento menos esperado como me pasó con Bill. Los tres propusieron el mismo plan que habíamos tenido el día anterior pero que no pudimos hacer, así que esta vez se fueron Tom y Gustav a la cocina y nosotras nos quedamos en el salón con Georg. Estuvimos hablando todo el tiempo, era como si los tres nos conociéramos de toda la vida. Alba le preguntó a Georg cómo era su apellido. - Listing -. Contestó. Se llamaba Georg Listing, normal que me pareciera raro, ¿qué esperaba siendo él de Alemania? ¿Rodríguez quizás? Entre otras cosas de las que hablamos fue de nuestros cumpleaños, así que acabamos sabiendo el cumpleaños de cada uno. Georg los cumplía el 30 de Marzo y… ¡espera! El 30 de Marzo… ¡Estábamos a miércoles 5! ¡Sólo faltaban tres semanas para su cumpleaños! Nosotras también le dijimos nuestros cumpleaños. - Yo el 22 de Agosto y Alba el 21 del mismo mes -. Le dije. - Va a ser fácil acordarse de vuestros cumpleaños -. Al decir esto sonrió, a mí se me caía la baba. Tardaron muy poco en volver de la cocina con las palomitas y los refrescos, y todos nos sentamos. Por muy mal que me llevara con Bill noté su ausencia y no pude evitar preguntar por él: - ¿Y Bill? - Está arriba, dice que tiene que hacer otras cosas -. Me contestó Tom. Ya… no creo que fuera así, pero bueno. Aun así me sentía triste, por no habernos dado la oportunidad de conocernos antes de estar de esta forma, sin hablarnos, y peor aún, sin querer estar en la misma habitación que yo. Al principio de la película sí prestábamos atención, pero a medida que fue pasando el tiempo hablábamos más, hasta que dejamos a la película de lado y nos sentamos en círculo en el suelo hablando. Los cinco nos llevábamos muy bien, empezamos jugando a “verdad o atrevimiento”. Y por ser Alba la última en unirse al grupo, empezó ella. Le preguntó a Georg que elegía y dijo que atrevimiento. - Haber Georg, ¿eres capaz de darle un beso en la boca a Tom? - ¡Eh! ¡Un momento! A mí Georg no me toca – dijo Tom – Así que tendrás que dar prenda – y señaló a Georg al decir esto último - Si fueras tú no me importaría Alba. Los tres se rieron, supongo que era normal que gastaran esas bromas, así que Alba y yo también nos reímos. Georg se quitó la gomilla del pelo (llevaba una cola) y se quedó con el pelo suelto. ¡Hay Dios! Después me tocó a mí, así que le dije a Gustav, el que por cierto eligió verdad: - Verdad que… ¿ayer te comiste las cucarachas que encontraste debajo del sofá? Gustav me miró con cara de asco – Ufff… – me dijo. - Se siente, contesta -. Le dije. - Pues la verdad es que… sí. Después de oír esto todos nos miramos y dice Tom: - Gustav, no me imaginaba eso de ti, que te comas las lombrices vale, ¿pero las cucarachas? - Tranquilo que… que… -. Parecía que iba a contestarle, pero se quedó sin palabras. - No te preocupes, no hace falta que contestes, te comprendo -. Le dijo Tom. Entonces Gustav miró hacia él y se tiró en lo alto suya, empezó a darle collejas y a pegarle suaves puñetazos en la espalda (suaves, porque no es plan de romperle la columna vertebral al pobre). Entonces Georg dice: - ¡Hacedle cosquillas! Con eso sufre más -. Y se lanza en lo alto de los otros. Alba y yo nos miramos, sonreímos y… no nos tiramos, pero ella se puso por el lado donde estaba Gustav a hacerle cosquillas y yo por donde estaba Georg. No parábamos de reír, y Tom casi se muere de la risa. Acabamos agotados y a todos nos dolía la barriga. Entonces Alba le dijo a Tom que le indicara donde estaba el servicio, que necesitaba ir. Cuando Alba entró en el cuarto de baño pensé: “esta es la mía” - Tom, me temo que también necesito ir al servicio. – le dije. - Ve al de arriba, hay otro -. Me contestó, pero yo me quedé de pie mirándole, como esperando algo. Tom se vuelve y me ve: - ¡Ah! ¡Sí! Subes y primera puerta a la derecha. Subí los escalones corriendo, pero al llegar arriba me paré en seco. Me pareció increíble lo poco que se escuchaba el salón desde arriba, no se oía apenas las risas de Tom, Georg y Gustav, que todavía andaban peleándose. | |
| | | BabyBoo Manager
Mensajes : 353 Fecha de inscripción : 21/06/2008 Localización : Warszawa (8)
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) Miér Jul 23, 2008 3:29 pm | |
| ....T______________________T si... lo hize, pero no entera eh! solo un par de capis... lo sientoo | |
| | | Contenido patrocinado
| Tema: Re: The year (le cambié el nombre) | |
| |
| | | | The year (le cambié el nombre) | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |